Viktor Frankl y el sentido de la vida

El campo de concentración de Auschwitz

Al estallar la Segunda Guerra Mundial, Viktor Frankl, médico de origen judío especialista en neurología y psiquiatría, ejercía su profesión en un hospital de Viena, su ciudad natal. Interesado también por la psicología, se había formado en la escuela de Freud y en la psicología individualista de Alfred Adler, aunque pronto abandonaría estos postulados para poner los cimientos de la logoterapia, conocida también como la Tercera Escuela Vienesa de Psicología, que había comenzado a desarrollar ya antes de su paso por los campos de concentración nazis. Cuando Viktor Frankl ingresó en el de Auschwitz intentó camuflar un manuscrito de la que iba a ser su principal contribución a la disciplina psicológica, pero, al poco de llegar, le fue confiscado. La esperanza de recuperar algún día este trabajo, así como la difusión de las investigaciones psicoterapéuticas que continuó realizando, constituyeron el verdadero sentido de su vida y le proporcionaron la fuerza necesaria para superar las terribles vicisitudes que tuvo que soportar en esa difícil etapa vital.

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La carta natal de Viktor Frankl presenta una serie de determinadores focales destacables que configuran una fuerte personalidad que iremos desentrañando a continuación.

Destaca en su carta como principal elemento dinamizador la T cuadrada en signos cardinales con unos orbes muy ajustados. La energía de la figura va claramente dirigida a la consecución de un objetivo. El planeta focal por el que se libera el potencial de esa figura es el Sol, que está exaltado en el signo de Aries, en la casa de las relaciones y la oportunidad. La persona con el Sol en el ápice de una T cuadrada cuenta con la capacidad suficiente para exhibir maestría en el momento de afrontar una misión o enfrentarse a una dificultad. La energía liberada por el planeta focal puede proporcionar la motivación necesaria para desarrollar al máximo un talento o rasgo personal y aplicarlo de una manera práctica y provechosa. Este talento se expresa a menudo de manera extrema. Al tratarse de orbes tan estrechos, el planeta focal se haya bastante cerca de la conjunción con el punto medio de la oposición entre Urano y Neptuno. La correspondencia psicológica de este punto medio está relacionada, entre otras cosas, con la visión interior y con el entendimiento.

El Sol en Aries, el signo de su exaltación, tiende a adoptar el carácter de líder, de pionero en algo. En la casa VII, la energía se expande en el juego de las relaciones, reconoce la oportunidad que le ofrece la vida y presenta una capacidad persuasiva suficientemente relevante como para conseguir que los demás cooperen en su misión. Viktor Frankl trataba de detectar entre los recién llegados a los barracones del campo de concentración posibles conductas suicidas e intentaba aplicarles su método psicoterapéutico, apelando siempre a la búsqueda del sentido de la vida, a la razón última por la que debían seguir adelante. Estaba decidido a continuar con sus investigaciones en la logoterapia y a difundirla al mundo, si conseguía sobrevivir a la experiencia. Aprovechó la oportunidad que le brindó su estancia en el lager para investigar más profundamente su tesis y ponerla en práctica con otros prisioneros, conforme a los principios que planteaba con la logoterapia. Este estudio del comportamiento del ser humano ante la situación extrema del campo de concentración, le sirvió para refrendar sus postulados y desarrollar la terapia que resultó clave para su supervivencia y también para la de otros. Frankl seguía la máxima de Nietzsche «Quien tiene un porqué para vivir, encontrará siempre el cómo». Consideraba que un hombre puede ser despojado de todo cuanto posee menos de la libertad para adoptar una determinada actitud ante los dilemas que se le presenten en la vida.

El símbolo sabiano del grado que ocupa su Sol, 6º de Aries, es «Un cuadrado con uno de sus lados brillantemente iluminado». Este símbolo habla del valor de la experiencia y de la limitación que supone mirar solo uno de los lados de la figura, de quedarnos limitados a una única versión. La oportunidad radica en la captación de la totalidad.

La oposición que forma parte de la T cuadrada implica las casas IV y X, representando la necesidad de integrar los orígenes con la imagen pública. Neptuno casi en conjunción con el MC, el planeta más elevado y por tanto el más visible para todos, representa claramente el sacrificio del clan, de la familia (Cáncer). Adolf Hitler había decidido el exterminio de los judíos desde antes de iniciar la guerra, la aniquilación de todo un pueblo. El Sol hace una cuadratura partil aplicativa con ese Neptuno lo que indica la principal dificultad del individuo y también una fuerza dinamizadora que lo impulsa a actuar. El acto creativo surge cuando el individuo debe afrontar la crisis y es precisamente entonces cuando nuestra fuerza entra en funcionamiento. La energía que motiva al individuo es la búsqueda de un sentido a su vida que lo erige en protagonista de su propia existencia.

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Vagón utilizado para transportar prisioneros a los campos de concentración.

Viktor Frankl fue deportado el 25 de septiembre de 1942 a Theresienstadt, un campo de concentración que los alemanes tenían como supuesto gueto modelo para mostrar al mundo –fue incluso visitado por la Cruz Roja– y que todos pudieran comprobar el «buen» trato dado a los judíos recluidos. También era un campo de transición, al que llevaban a los prisioneros que consideraban más válidos. Este hecho coincidió con la conjunción de Saturno por Direcciones de Arco Solar con el Sol y con la oposición de Marte y el sextil de Urano por tránsito, activando todos ellos su potente determinador focal.

A finales de 1944, cuando Alemania veía claros síntomas de derrota, los prisioneros de Theresienstadt fueron trasladados a Auschwitz. En ese momento Neptuno realiza una oposición por tránsito al Sol y Saturno una cuadratura.

Queda constancia así de que ese potente planeta focal que es el Sol de su carta fue fuertemente activado en los momentos críticos.

Venus, el regente de la carta se va a la casa VIII, la de la regeneración y la muerte, que son precisamente las circunstancias que condicionaron su existencia. El planeta está situado en zona avatar, en el segundo decanato del signo fijo de Tauro, que lo conecta con el colectivo. De alguna forma el individuo está llamado a dar una respuesta a una necesidad colectiva. Frankl no se enfrentó a una experiencia de transformación o muerte individual, sino que consiguió dar una respuesta creativa la mayor masacre humana provocada en Occidente. Su aportación a la psicoterapia fue avalada con su propia experiencia en el campo de concentración, donde su actitud, su postura ante la vida y su respuesta frente a las adversidades que le tocaron vivir hicieron que esa experiencia traumática se convirtiera en una oportunidad de aprendizaje y de crecimiento personal y en una valiosa aportación a la sociedad.

El aspecto más repetido en su carta es el sextil, suma un total de 7, que muestra una considerable potencialidad. Las personas con un énfasis de este tipo poseen una gran capacidad para la comunicación y mentes creativas capaces de relacionar distintos ámbitos. Para obtener el máximo rendimiento de sus capacidades necesitan un cierto estímulo externo.

Esta carta contiene también el modelo planetario conocido como locomotora, perteneciente al tipo tripolar. Una locomotora ideal incluiría un gran trígono que en este caso no se llega a realizar; los planetas lindantes se encuentran en signos del mismo elemento, pero no llegan a formar aspecto. Estos individuos presentan un temperamento estable, autosuficiente y reaccionan de una manera firme ante las situaciones. La parte del patrón que queda al descubierto es el área este de la carta, por lo que se siente impelido a tomar el control de su propia vida y su destino. Además, el planeta que lidera el modelo es un Marte domiciliado en Escorpio, dispositor del Sol y situado prácticamente en la cúspide de la casa III; luego actúa en el entorno más cercano o creando ese ambiente. Ese Marte que lidera el patrón, adoptando así su papel destacado en la carta, nos vuelve a remitir a lo que ya apuntábamos más arriba: se trata de individuo pionero en la actividad que desempeña. En este caso Frankl es el creador de toda una escuela psicológica, la logoterapia, que fue capaz de aprovechar el momento de profunda crisis personal que supuso su confinamiento en el campo de concentración para sacar el máximo partido a lo que descubrió que daba verdadero sentido a su vida.

El símbolo sabiano del grado que ocupa Marte, 25º de Escorpio, es «Una radiografía». La palabra clave es investigación e indica la habilidad para penetrar más allá de la superficie de las cosas hasta llegar a lo más profundo, a la naturaleza intrínseca.

Tras su liberación en 1945, escribió El hombre en busca de sentido, donde vuelca las vivencias del prisionero número 119.104, él mismo, durante su estancia en el campo de concentración de Auschwitz. Este texto le sirvió de primera reflexión tras el trauma vivido y le ayudó a terminar de desarrollar la logoterapia que más adelante se encargó de difundir con otros escritos y enseñanzas por todo el mundo. Su magisterio sirvió de base al posterior desarrollo de lo que ha sido la psicología humanista.

  

Bibliografía

FRANKL, Viktor E.: El hombre en busca de sentido. Editorial Herder, 2013.

JANSKY, Robert C.: Planetary Patterns. Astro-Analytics Pubs, 1977.

JONES, Marc Edmund: The Sabian Symbols in Astrology. Aurora Press, 1993.

MARKS, Tracy: Aspectos planetarios. Del conflicto a la cooperación. Ediciones Urano,1994.

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4 comentarios sobre “Viktor Frankl y el sentido de la vida

  1. Gracias, Esmeralda, por este blog: es una fuente de aprendizaje no sólo prolijo y detallado sino serio en cuanto a los conceptos y a su aplicación. Aprendo muchísimo con cada publicación. GRACIAS NUEVAMENTE

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