La Gran Mutación: Júpiter y Saturno en Acuario

El próximo 21 de diciembre tendrá lugar la conjunción entre Júpiter y Saturno en 0º29’ de Acuario, iniciándose un nuevo ciclo de los planetas sociales en el elemento aire. Al unirse la luz de ambos planetas, la visión del evento resultará espectacular, apareciendo como una estrella brillante en el cielo al igual que ocurrió en el año 1226 cuando se encontraron en el 2º56′ de Acuario. Este cambio de triplicidad que se avecina es conocido como la Gran Mutación y tiene una duración aproximada de unos 200 años, aunque entre un periodo y otro existe una etapa de transición en la que se intercalan conjunciones en signos de los dos elementos, como sucedió en 1981 cuando se encontraron en Libra, el signo cardinal de aire, dando un impulso a las comunicaciones, que entonces propiciaron la aparición de Internet y de las nuevas tecnologías de la información. Antes de cambiar a la triplicidad siguiente, la de agua, se producirán un total de 10 conjunciones, que irán alternando en su cualidad (fijo, cardinal, mutable). Los antiguos astrólogos otorgaban una enorme importancia a las conjunciones de estos dos planetas a los que llamaban cronocrátores o señores del tiempo, que eran los más lejanos de todos los planetas conocidos; y alrededor de ellos vertebraban la historia. 

Cada ciclo planetario resuena en un plano diferente de la existencia. Así como las conjunciones entre las luminarias o los planetas más rápidos dan cuenta de acontecimientos cotidianos, el ciclo de Júpiter y Saturno está ligado al plano de lo social y, cada vez que se renueva, anuncia un nuevo ordenamiento en ese sentido. El último periodo de conjunciones de los cronocrátores en esta triplicidad de aire coincidió con el paso de la Edad Media al Renacimiento, una época en la que la sociedad dejó a un lado los postulados teocentristas del Medievo, para pasar a considerar al hombre como centro del universo. El Humanismo supuso un salto cualitativo hacia la modernidad. Se produjo, además, un debilitamiento del sistema feudal, el desarrollo de los burgos y una expansión del comercio. La conjunción que cerró aquel ciclo tuvo lugar precisamente en el signo de Acuario donde Júpiter y Saturno unieron sus fuerzas el 16 de enero de 1405, en los albores del llamado siglo de las innovaciones o era de los descubrimientos, muy en consonancia con el simbolismo de este signo. Aunque en astrología no cabe esperar que las mismas variables estén ligadas a idénticos efectos, los acontecimientos de entonces sí nos proporcionan una idea aproximada de lo que puede depararnos el nuevo ciclo. 

Asistiremos a un cambio total de paradigma con el desarrollo de nuevas estructuras sociales, reformas económicas y aparición de nuevos líderes. Esta inminente transformación social viene precedida de una crisis sanitaria sin precedentes en la historia reciente, que está suponiendo la mayor contracción de la economía mundial desde la Gran Depresión. La recesión económica es de tal magnitud que resulta imposible evaluar, por el momento, sus consecuencias. Casi desde que comenzó el año, vivimos con una sensación de incertidumbre constante que ha condicionado la actividad política del planeta y ha llevado a los gobiernos de todo el mundo a tomar decisiones improvisadas frente a los retos del momento. Sí lo digital llevaba años integrándose en nuestro día a día, con la reciente crisis ha recibido un nuevo impulso y, gracias al teletrabajo, parte del sistema económico ha podido mantenerse a flote. La actual generalización de las herramientas informáticas ha cobrado una relevancia vital en estos tiempos y todo apunta a que asistimos a una verdadera transformación digital que penetrará más profundamente en el tejido social.

Resulta muy significativo el hecho de que esta conjunción coincida justo con nuestro solsticio de invierno, un momento crítico del ciclo anual en el que el Sol se encuentra en un grado máximo de declinación sur. El signo cardinal simboliza una fuerza que impulsa a la acción; se trata de un fuerte empuje, muy pragmático. 

La crispación popular y el derrumbe económico ocasionado por la crisis sanitaria actual no auguran una transición pacífica a la nueva realidad. En la carta, se vislumbra una fuerte pugna por el liderazgo en esta época que comienza. La cuadratura partil entre Marte y Plutón nos advierte de que pueden producirse circunstancias violentas y luchas de poder en los próximos años. A lo largo de la historia, el cambio de triplicidad de los planetas sociales al elemento aire ha supuesto una reorientación del eje del mundo hacia Oriente; es de esperar que en esta ocasión también suceda algo similar.

En los últimos años, China se ha consolidado como la potencia mundial emergente que amenaza con arrebatar el liderazgo a Estados Unidos. Ambos países están inmersos en una guerra comercial desde hace tiempo. La conjunción de los cronocrátores trae aparejada la renovación de liderazgos y todo apunta a que ese relevo se producirá en las próximas décadas. En la medida en que los viejos modelos pongan resistencia a ceder el paso a la nueva realidad, esa tensión podría derivar en hechos violentos. No sería descabellado pensar incluso en algún tipo de enfrentamiento bélico entre ellos, aunque sea de manera indirecta. El 23º de Capricornio, el grado en el que se encuentra Plutón el mismo 21 de diciembre, será activado unos días más tarde con la primera lunación de 2021, en la que Mercurio, Júpiter y Saturno harán, a su vez, cuadratura con la conjunción del Marte y Urano en Tauro. Se trata de una lunación cargada de tensión. A esto se suma que, durante prácticamente todo el año 2021, Saturno y Urano estarán en cuadratura augurando un choque entre los que reivindican la libertad individual y el poder del Estado, y entre el viejo modelo que se resiste a ceder el paso y el nuevo, que irá imponiéndose poco a poco. Asistiremos con toda probabilidad a una redefinición de las libertades individuales.

Por su parte, Mercurio estará ese día a una declinación de 25ºS00’, muy por encima de la solar. Con esta posición metatropical de Mercurio podemos esperar que cobre un gran protagonismo todo lo relacionado con el mundo de la información y la comunicación, del comercio. El caudal de datos que circulan por la red podría incrementarse de manera considerable, generando un entorno comunicativo caótico. El exceso de información bloquea el pensamiento critico e impide discriminar de forma efectiva los datos fiables que recibimos. Todo ello puede generar ansiedad y dispersión. Bloqueada nuestra capacidad de discernimiento, nuestras decisiones podrían ser fácilmente orientadas hacia unos intereses determinados.

La imposibilidad de abarcar tanta información nos llevará, cada vez más, a especializarnos en áreas muy concretas. La hiperespecialización hace que nos encaminemos a un modelo laboral más colaborativo, en el cada individuo será experto en una determinada parcela del conocimiento, pero necesitará de la suma de los conocimientos de los demás para ser productivo. Todo esto está muy en consonancia con el signo de Acuario que simboliza el principio de cooperación colectiva, de las asociaciones. así como el desafío del intelecto para avanzar en el desarrollo de la ciencia y la tecnología. La urgencia por obtener una vacuna contra el virus también ha resultado un gran desafío para la investigación científica, que ha desarrollado varias en un tiempo récord con una tecnología punta. La crisis ha puesto de manifiesto la urgencia de invertir en investigación. 

Cabe también esperar un salto cualitativo en la robótica y en la inteligencia artificial durante este nuevo periodo revolucionario.

El evento de la conjunción se cristaliza en esta carta, pero se irá desarrollando y tomando forma a lo largo de los próximos años, hasta la siguiente conjunción de 2040 que será en Libra. En 2025, con la primera cuadratura entre Júpiter y Saturno, asistiremos a una fase crítica en la que habrá que hacer frente a los desafíos que se presentan a la hora de implantar los nuevos ajustes sociales. Más adelante, en 2026, coincidiendo con el trígono, la nueva realidad comenzará a ser aceptada por la población. En 2031, el momento de la oposición, la idea contenida en la semilla de la conjunción, será evidente en sus manifestaciones y, así, paso a paso, se irán sucediendo las distintas fases con el fin de ir expresando todo el potencial hasta que finalice su periodo de vigencia.

© 2020 Mercurio Estacionario

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